4-s2- Las formas de gobierno y administración

  Las formas de gobierno y administración


“Las formas de organización política se refieren a las formas de Estado y comprenden todos los aspectos del mismo, es decir, es un conocimiento de la totalidad del orden jurídico vigente en un Estado, que abarca a todos sus órganos superiores” (Serra, 1977:412). Las formas de Estado se esfuerzan por armonizar los diversos elementos de la organización política, éstas pueden clasificarse en dos: a) la forma unitaria o centralista y b) la forma compuesta o descentralizada, en particular la forma federal


  Centralista

Hace referencia a un tipo de diseño de la administración estatal. En lo político se pueden centralizar las facultades legislativas, elecciones y constitucionales, la capacidad impositiva y la emisión de las monedas. Sistema político o administrativo que defiende la acumulación de las funciones de gobierno o de administración en un solo poder central, sin dejar ninguna competencia a poderes periféricos o locales. En general, se considera que hay ciertas atribuciones en los sistemas federales que corresponden siempre al gobierno federal, claramente el caso de la defensa, de la moneda y la política externa. El sistema central o, como lo denomina Andrés Serra Rojas, la forma de Estado unitaria implica la existencia de un poder central que coordine y clasifique la vida política del país. Tal es el caso del régimen que surgió de las Siete Leyes Centralista de 1836 en México. Las órdenes del poder central corrían a lo largo de la República como centro único de decisión. Este tipo de estructura organizacional del Estado se contrapone con el Estado federal y la acción de los órganos centrales comprende a toda la República. Un solo poder que manda y actúa con los elementos que le están directamente subordinados. El gobierno central asume en su totalidad las funciones legislativas y judiciales. No hay otro órgano que comparta el ejercicio del poder público. Por consiguiente, la centralización política y/o administrativa es un proceso mediante el cual los órganos federales del Estado acumulan facultades, con menoscabo de las formas políticas locales o regionales. Centralizar –dice Hauriou– significa acumular en manos del gobierno central todo lo que existe en un pueblo del poder del Estado, es decir, de poder político y temporal, civil o militar, de suerte que el Estado sea una unidad política, diplomática, legislativa, judicial, militar, etc., esto es propiamente la centralización administrativa que tiene por objeto los poderes concernientes a la política y a la gestión de los intereses generales de los habitantes y a la cual se agrega seguramente una centralización social que se traduce en un aumento de la población urbana y en una intensificación de las relaciones sociales (Serra, 1977:413). Como se observa, el sistema de organización central tiene objetivos específico y un contexto determinado. Existen, por lo tanto, no rivalidades sino necesidades a las cuales obedece una y otra


forma de organización social, política y administrativa. Con esto en mente, se podrán proponer diseños adecuados para los problemas específicos.


Federal

 Federalismo es una política filosófica, un concepto social de vida, el cual tiene muchas variantes. El término federalismo se usa para describir un sistema de gobierno en el cual la soberanía está constitucionalmente dividida entre la autoridad gobernante central y las unidades políticas constituyentes, como son los estados o provincias. Es un sistema en el que el poder para gobernar está compartido entre los niveles de gobierno, el nacional y los estatales (locales). Esto se conoce como federación y los componentes se llaman federalistas. Es por lo tanto, una estructura dual de organización del poder del Estado, en donde lo fundamental es la naturaleza política de las relaciones que se establecen entre cada una de las partes (niveles u órdenes de gobierno) caracterizada por su independencia y no subordinación, dicho en los términos jurídicos más usados, por la permanencia de su soberanía. Por otro lado, el término federalismo fuerte, etiqueta situaciones donde estados subnacionales tienen más poder que el gobierno nacional o federal. No implica un gobierno central fuerte. Algunas naciones con sistemas federales fuertes, tales como Suiza y Canadá, son oficialmente confederaciones, ya que la membresía en la federación es voluntaria. En Canadá el federalismo implica una posición de movimientos soberanistas, generalmente encabezados por Quebec. Estados Unidos de América y México también poseen un sistema federal de gobierno, aunque con sus propias particularidades. En un Estado federal la autoridad política está dividida entre dos conjuntos de gobierno autónomos, uno nacional y el otro subnacional, y ambos operan directamente sobre la gente. En general, una división constitucional del poder se establece entre el gobierno nacional (el cual ejerce su autoridad sobre todo el territorio nacional) y los gobiernos provinciales (los cuales ejercen una autoridad independiente). El Estado de estas entidades federales generalmente se garantiza por la Constitución y no puede ponerse bajo cuestionamiento por decisiones unilaterales del gobierno central. Los estados federados generalmente no tienen el derecho de independizarse unilateralmente (INAP, 2008:20).


En Europa existen varios sistemas federales, tales como Suiza, Austria, Alemania, Bélgica y la Unión Europea. Alemania y Estados Unidos son los únicos ejemplos en el mundo donde la casa federal superior, Bundesrat, en Alemania, o el Consejo, en Estados Unidos, no son ni electos ni designados, sino que se conforman de los gobiernos de sus constituyentes. Este tipo de gobierno permite incluir dentro de la misma estructura constitucional diversos componentes de la sociedad en el nivel nacional, en los cuales los aspectos culturales, religiosos y lingüísticos difieren. Otros ejemplos son: la provincia de Quebec, en Canadá; Cataluña, en España, y los Cantones, en Suiza. Estos ejemplos (de países) pueden ser simplemente el producto de tradiciones históricas. Sin embargo, la autonomía política proporcionada, preserva y desarrolla estas regiones en particular, y el Estado federal tiene los medios necesarios para garantizar la unión política y económica, con el establecimiento de una moneda común, el desarrollo del comercio, la institución de símbolos nacionales y la garantía de la independencia del país con el establecimiento de un ejército, un sistema de defensa y la diplomacia a nivel internacional (INAP, 2008).


Para que un Estado sea federal, su constitución debe incluir cuatro principios (INAP, 2008:21): 1. Principio de separación: notablemente la coparticipación del Poder Legislativo entre el Gobierno Federal y sus entidades federadas, distinguiendo entre cuestiones de importancia nacional, y las de dimensión regional o local. 2. Principio de autonomía: que reconoce que cada entidad es responsable y capaz de rendir cuentas en el ámbito de su autoridad. 3. Principio de participación: que garantiza a las entidades federativas estar representadas en las instituciones federales, con frecuencia en una segunda asamblea legislativa, como el Senado en los Estados Unidos, por ejemplo. 4. Principio de la existencia de una judicatura independiente. “Un Estado que respeta estos principios constitucionales puede ser calificado como federal, y está en una categoría llamada federación por los especialistas legales. Los Estados Unidos de América fueron la primera federación, y su modelo sirve como referencia para otras federaciones alrededor del mundo” (INAP, 2008:22).



 


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